Hoy por fin os enseñamos nuestro querido Castillo Rotulador, el más bonito y resistente de todo nuestro pequeño reino (bueno, y también el único jajajaja).
Han sido meses de duro trabajo, de recogida de tetrabricks de leche de las familias de mis peques y de la mía propia, ¡hasta las compañeras de mi mami han aportado su granito de arena!, de construir muros más y más altos, de intentar sujetarlos de mil maneras (con celo, con papel maché, con silicona...), de punzonear adornos y letras, de colorear dibujos y escudos, de recortar tiras y banderas... ¡¡pero valió la pena!!
Y, es que la vida en el castillo es muy concurrida, de hecho si te asomas por nuestra ventana te puedes encontrar estampas tan bonitas como ésta en la que disfrutamos del placer de la lectura dentro de sus silenciosos muros.
Por ello, y si queréis ver cómo ha ido creciendo poco a poco no os podéis perder nuestro vídeo ¡¡esperamos que os guste!!